Los Bengals y la oportunidad de sus vidas
Cincinnati jugará este domingo el partido de temporada regular más importante para la franquicia desde que se enfrentaran a los invictos Potros de Peyton Manning en 2005. En aquella ocasión, un joven Carson Palmer en su segundo año como profesional comandaba a la ofensiva de los felinos, que llegarían a la postemporada por primera vez en 15 años.
Ahora la oportunidad es de otro mariscal de campo en su segundo año al frente. Joe Burrow – recién salido de su mejor exhibición como profesional ante los Cuervos el domingo pasado – recibe a Patrick Mahomes y unos imparables Jefes en el Paul Brown Stadium. El ex LSU no era parte de un encuentro tan relevante desde que alzara el título nacional ante Clemson en 2020.
Los Chiefs arribarán a Cincinnati montados en una racha de ocho victorias consecutivas, gracias en gran medida a la mejora de su defensiva. Afortunadamente para ellos, Travis Kelce, Lucas Niang y Nick Bolton podrían volver a la acción luego de pasar tiempo en la lista de Covid – 19. Lo mismo va para su pateador Harrison Butker.
Sin embargo, los Bengals son uno de los equipos más sanos de la liga en estos momentos y muy probablemente puedan contar con Logan Wilson; el apoyador se perdió los pasados tres juegos debido a una lesión de hombro. Además, cuentan con una de las ofensivas más prolíficas de los últimos años. Burrow ha sabido repartir el queso entre sus tres receptores estelares, mientras Joe Mixon está por superar las mil 200 yardas terrestres.
Si Tyler Boyd rebasa las mil yardas por recepción esta campaña (acumula 792), como ya lo hicieron Ja’Marr Chase y Tee Higgins, los Bengals serían el primer equipo desde los Cardenales del 2008 con tres receptores superando dicha marca. Pero todo esto no significará nada si son incapaces de arrebatarle una victoria a Andy Reid y sus pupilos o si el equipo vuelve a fracasar en la postemporada.
Por si fuera poco, una victoria le asegura la división a Cincinnati. Es de esperarse que Zac Taylor tenga todo el libro de jugadas a disposición de su mariscal y deje a éste lanzar desde temprano. La mejor oportunidad que tienen los Bengalíes de prevalecer este fin de semana es poniendo el juego sobre los hombros de su mejor hombre.
Necesitarán también de una sólida actuación de la defensiva, empezando por una secundaria que ha quedado a deber este año; permiten 252 yardas aéreas por juego. El regreso de D.J. Reader no podría llegar en mejor momento, Cincinnati requerirá de un enorme esfuerzo para incomodar a Mahomes con cuatro hombres al frente.
No obstante, el partido lo definirá el enfrentamiento entre la endeble línea ofensiva local y los cuatro frontales de Kansas City. Burrow ha sido capturado en 47 ocasiones a lo largo del año, la mayor cantidad en toda la liga. Los de Steve Spagnuolo no son los mejores en cuanto a llegarle al pasador, pero la presión que generan ha resultado en un abultado número de entregas en las últimas semanas.
Veremos si los Bengals son capaces de cumplir con las expectativas y demuestran ser una de las cartas fuertes en la AFC. Pocas franquicias están tan necesitadas de una victoria en la postemporada – la última se dio ante los extintos Petroleros a inicios de 1991 – y para lograrlo primero deben demostrarse a sí mismos que pueden competir con los pesos pesados de la conferencia.
Hace 16 años Carson Palmer se quedó corto en un gran duelo de quarterbacks ante Manning, posteriormente serían eliminados en la primera ronda de los playoffs por Pittsburgh, iniciando así una seguidilla de siete derrotas consecutivas en partidos de vida o muerte.
El domingo a mediodía, Burrow y compañía querrán darle un puñetazo en la boca a la historia y comenzar a reescribirla.
Por Juan Manuel Arróniz