La localía como ilusión

Recapitulemos los dos encuentros de un sábado loco en la NFL. La ronda divisional sale a relucir nuevamente como la etapa en donde mejores partidos de futbol americano se ven. De poco les sirvió el descanso y la localía a Tennesse y Green Bay. Tanto Cincinnati como San Francisco triunfaron con goles d campo en el último suspiro.


Nueve capturas y una impresionante intercepción no le bastaron a los Titanes para ganar el partido y recibir el Campeonato de Conferencia en casa. Los Bengals- que hace una semana rompieron una triste racha de 31 años sin triunfar en postemporada – están instalados en el partido por el trofeo Lamar Hunt tras vencer 19-16 a Mike Vrabel y los suyos.


Joe Burrow lanzó para 348 yardas a pesar de verse presionado toda la tarde por una intratable defensa frontal de los locales. El mariscal de segundo año se fue sin anotación, pero supo asociarse con quien mejor se entiende en el momento decisivo. Tras una intercepción de Logan Wilson, la tercera de Ryan Tannehill, Burrow entró al campo con 20 segundos restantes en el último cuarto, bastándole una jugada para encontrar a Ja’Marr Chase cerca de la banda con un envío que puso a los felinos a distancia de gol de campo.


Al novato Evan McPherson no le tembló la pierna al momento de la verdad. Se fue de cuatro, cuatro y supo silenciar al respetable con un último patadón de 54 yardas que significó el primer viaje de Cincinnati a la final de conferencia desde la ya lejana campaña del 88.


Ambas defensas salieron a ganarse el pan en la primera mitad de un encuentro que se fue 9-6 en favor de la visita al medio tiempo. McPherson fue responsable de todos los puntos de su equipo en los primeros dos episodios, mientras Derrick Henry encontró la zona prometida con acarreo de tres yardas desde la wildcat. Sin embargo, con la oportunidad de irse arriba, Vrabel optó por intentar la conversión después de que un castigo bengalí puso el ovoide en la uno. Henry fracasó y el encuentro se mantuvo en seis por bando.


Los Bengals culminaron varias series en territorio enemigo durante el primer y segundo cuarto, incluida una que empezó en la 42 de los Titanes después de interceptar Jessie Bates a Tannehill en la primera jugada del encuentro. No obstante, las capturas a Burrow los forzaron a ir por tres constantemente.


A partir del tercer capítulo la historia cambió, pues Joe Mixon culminó una serie de nueve jugadas y más de cinco minutos con escapada de 16 yardas que puso 10 puntos de por medio. Tennessee se colocó en primera y gol a través de un gran acarreo de D’Onta Foreman, pero Mike Hilton interceptó las esperanzas de los primeros sembrados; la valiosa tackleada de Tannehill salvó la anotación.


Minutos después, el propio Ryan comenzó a calentar motores, encontrando a A.J. Brown en conexión de larga distancia que le permitió a Randy Bullock hacerse presente en el marcador con aportación de tres. Volvería a conectar con su receptor favorito en la siguiente serie, en esta ocasión dentro de las diagonales y para empatar el juego a 16. La jugada estuvo precedida por una impresionante intercepción de Amani Hooker que debió ser revisada con profundidad; no hubo toma que determinará si el balón hizo contacto con el césped antes de que él lo tomara.


Los Titans tuvieron varias oportunidades de cerrar el encuentro. No supieron capitalizar. Vrabel decidió jugarse una cuarta y uno estando a distancia de gol de campo y Henry fue detenido detrás de la línea por Logan Wilson. A pesar de volver a tener el ovoide con 2:43 en el reloj, Tannehill se mandó la tercera intercepción del día y básicamente entregó el juego.

Burrow cobró el cheque con la jugada ya referida y los Bengals se encuentran a un paso del gran juego. Hace 31 años vencieron a los Petroleros de Houston en la ronda de comodines, antes de perder frente a los Raiders de Los Ángeles. Ahora, tras vencer a los Raiders de Las Vegas, se imponen a los otrora Petroleros. El tiempo pasa y los ciclos se cierran.
Como acaba de cerrarse uno en Green Bay. Tras la victoria de los 49ers en Lambeau, puede que Aaron Rodgers haya jugado su último encuentro como Empacador. Juego extraño, por cierto.


La ofensiva de San Francisco no anotó y la de Green Bay lo hizo en una sola ocasión; la primera serie del compromiso. A.J. Dillon inauguró el marcador corriendo seis yardas hasta la zona pintada tras una serie en que Rodgers y Davante Adams dominaron a la secundaria de DeMeco Ryans.


De ahí en adelante presenciamos un concierto de desaciertos patrocinado principalmente por Jimmy Garoppolo y su imprecisión. Los gambusinos despejaron cinco veces en la primera mitad y se fueron sin puntos a los vestidores. Una costosísima intercepción en zona roja los privó de empatar el tablero. Como sucediera la semana pasada, Garoppolo quiso hacer la jugada grande en lugar de tirar el balón afuera, lo que resultó en el robo de Adrian Amos.


Antes había habido un doloroso castigo de agarrando sobre el mejor tackle de la liga, Trent Williams. El veterano negó una importante ganancia de Elijah Mitchell en primera oportunidad y prácticamente mató la serie. Sin embargo, la visita se fue al intermedio con el momentum de su lado, al bloquear un gol de campo que hubiese significado el 10-0.


Un buen regreso de patada de Deebo Samuel – lo pude todo – dejó la mesa servida en la mitad del campo y Jimmy metió a la ofensiva de nueva cuenta a zona roja, en donde los pañuelos volvieron a hacerse presentes. Esta vez fue de quince yardas porque Mitchell sostuvo la máscara de Eric Stokes. Debieron conformarse con tres puntos.


La defensa de los californianos se comportó a la altura durante todo el juego. Los Packers devolvieron el favor con un castigo de salida en falso estando en zona roja, a lo que siguió una captura que forzó a Green Bay a ir por tres y mantuvo el juego a una posesión.


Lamentablemente para la causa 49er, la ofensiva seguía disparándose en el pie. Enfrentando cuarta y uno desde la 19 de los enemigos y con miras a empatar, una corrida de lento desarrollo resultó inefectiva. Entraba Rodgers decidido a sacar por lo menos tres en una serie que exprimiese el reloj.


Arik Armstead tenía otros planes cuando capturó al veterano pasador en tercera. Cansados de ver a su ofensiva fracasar, los equipos especiales de Kyle Shanahan decidieron tomar cartas en el asunto al bloquear el despeje de Corey Bojorquez y devolverlo hasta la anotación.

Teníamos partido. 10 por bando.


Un nuevo tres y fuera patrocinado por otro castigo, significó entregarle el balón a la ofensiva de Garoppolo con tiempo de sobra. Un acarreo de nueve yardas de Samuel en tercera y siete prácticamente decantó las acciones en favor de San Francisco, ya que dejó a Robbie Gould a distancia considerablemente sencilla. El ex Chicago no falló desde 45.
Los 49ers irán a Tampa o Los Ángeles la próxima semana, Rodgers irá a su casa a pensar en su futuro como empacador.

Por Juan Manuel Arróniz

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