Los Bengals están en el Super Bowl
Por Juan Manuel Arróniz
Los deportes pandémicos siguen dando de qué hablar. Ya lo hicieron el Atlas y Cruz Azul, los Dodgers y los Bravos, Milwaukee en la NBA, etc. Dentro de dos semanas, serán los Bengals quienes tengan la oportunidad de coronarse por primera vez en su historia. Joe Burrow y los suyos dieron la campanada en Kansas y enfrentarán a los “locales” Rams en Sofi Stadium.
El inicio de partido en Arrowhead no pudo ser mejor para los Chiefs. Patrick Mahomes comandó sus primeras tres series ofensivas hasta las diagonales y construyó una cómoda ventaja de 21- 3 con un tercio del segundo cuarto por jugarse. La defensiva de los Bengals no encontraba respuestas ante el versátil ataque de unos Jefes determinados.
Abrió el marcador Tyreek Hill con una impresionante recepción al fondo de la zona prometida en primera y gol, tras una serie que recayó principalmente sobre Jerick McKinnon. Cincinnati recortó vía Evan McPherson en una marcha que incluyó tres conversiones en tercera.
No obstante, el plan ofensivo de Eric Bienemy encontró poca resistencia en los primeros 25 minutos de hostilidades. Los Chiefs volvieron a anotar con uno de los consentidos. Mahomes logró escapar de la presión bengalí para flotar un pase anotador a Travis Kelce en tercera y dos desde la cinco; antes le había puesto un balón perfecto a Mecole Hardman en escapada de 44 yardas.
Todavía se dieron el lujo de ampliar la ventaja a 18 cuando el propio Hardman encontró la zona prometida, estando completamente solo sobre la banda. La ofensiva roja empezó justo como terminó la semana pasada ante Buffalo en la ronda divisional, con Mahomes luciendo imparable una vez más.
Sin embargo, la visita por fin encontró la llave a través de Samaje Perine. El corredor se mandó la jugada de su vida en una pantalla de 41 yardas. En una primera mitad en que el juego terrestre no funcionó, Cincinnati encontró formas creativas de involucrar a sus corredores.
Aún quedaba tiempo en el segundo cuarto.
Y los Chiefs lo aprovecharon… hasta que Andy Reid se puso excesivamente creativo cerca de la línea de gol y se decidió por un pase a Hill en lugar de patear el fácil gol de campo. El veloz receptor fue incapaz de avanzar el ovoide y al ser derribado dentro del campo el tiempo en el reloj expiró. Kansas había gastado sus dos tiempos restantes en las jugadas previas y Reid había desperdiciado uno mientras se decidía sobre un reto que a la postre ganó.
En fin, Andy Reid.
De ahí en adelante la historia se inclinaría del lado felino. Los ajustes de la defensiva resultaron en solo tres puntos de Kansas City el resto del encuentro. Tommy Townsend, que no había visto el emparrillado en la primera mitad, despejó cuatro veces en la segunda.
A esto hay que sumarle dos intercepciones de Mahomes y tres capturas cruciales. El mariscal de campo superestrella falló a la hora de la verdad, pues se asemejó más al jugador que vimos en las primeras semanas de la campaña, intentando crear la jugada grande en donde claramente no existía posibilidad.
Del otro lado, Burrow le sacó provechó a la intercepción de B.J. Hill, convirtiéndola en ocho puntos luego de conectar con Ja’Marr Chase en la anotación y con Trent Taylor en la conversión. Sumando a esto un previo gol de campo de McPherson, el juego estaba empatado a 21.
La visita se fue tres arriba antes de que los Jefes tomaran el ovoide con una última oportunidad. Dentro de la 10 rival, Kansas tuvo oportunidad de drenar el reloj y anotar de siete para culminar con las aspiraciones de unos Bengals poco acostumbrados a estas instancias.
Debieron conformarse con el empate en los segundos finales, pues optaron por pasar en lugar de ir por tierra, lo que redituó en dos capturas consecutivas. Mahomes incluso perdió el balón en tercera y gol, pero el equipo logró recuperarlo.
Teníamos futbol americano gratis en Kansas City por segunda jornada consecutiva.
A pesar de ganar el volado una vez más, Mahomes fue interceptado por Von Bell en la tercera jugada del tiempo extra cuando buscaba a Tyreek Hill en un pase profundo. El hombre que jamás había sido interceptado en un campeonato de conferencia se mandó dos en las últimas cinco series ofensivas.
Posicionados cerca del medio campo, Burrow y Joe Mixon se encargaron de meter a Cincinnati profundo en territorio enemigo, necesitando solo un gol de campo para firmar su pase al Super Bowl. McPherson, el novato con hielo en la sangre, selló la victoria con un gol de campo de 31 yardas que silenció Arrowhead.
Los Bengalíes jugarán su tercer Super Domingo, primero desde la temporada 88. Llegaron a esta instancia tras ganar tres duelos de postemporada, algo que jamás en su historia habían logrado. De hecho, los Bengals apenas presumían cinco victorias en postemporada previo al inicio de estos playoffs. Hace apenas tres semanas eran la franquicia estadounidense con más años sin ganar en partidos de eliminación.
La historia cambió rápidamente de la mano de un gran entrenador, una talentosa ofensiva armada principalmente a través del draft y una defensa solidificada por medio de la agencia libre. El proyecto está por redituar un Lombardi largamente soñado por la familia Brown.
En esta loca época de triunfos inesperados a lo largo y ancho del mundo deportivo, Cincinnati busca sumarse a la lista de equipos cuyas malarias son ahora simples anécdotas.