Hospital de QB en la NFL

Es la segunda semana de la temporada regular y los QB alrededor de la NFL temen por sus vidas.

Han sido semanas llenas de giros, de movimientos inesperados y muchas sorpresas con la posición más importante del deporte, y es que hasta el momento han sido seis bajas entre pasadores en la liga.

En temporadas pasadas vimos como constantemente las defensivas castigaban a Andrew Luck haciendo que corriera por su vida y siendo un inquilino frecuente de la lista de lesionados. Razones por las que fue mermando su amor por el deporte y su cuerpo sumamente desgastado, orillado a soltar una bomba cuando anunció su retiro. ¿Y cómo no serlo? Con 29 años aún tiene mucho que ofrecer, pero seriamos muy egoístas si sólo pensamos en él como un jugador o un show, aún siendo un jugador como pocos en la liga, inteligente, ágil, con una fortaleza mental increíble, pero es una persona no un producto y ya no se encontraba sano ni mental, ni físicamente y hasta ese momento pensábamos que seria la única “baja” de un jugador estrella o una de las caras de la liga que tendríamos este año.

Esto mismo le pasó a los Jaguars. Perdieron a Nick Foles por una ruptura de clavícula en el partido inaugural y en su lugar entró el novato Gardner Minshew y hasta ahora lo ha hecho bien, cumpliendo y generando situaciones para anotar. Foles ya se sometió a cirugía pero aún no se tiene fecha para su regreso.

Aún no iniciaba la segunda semana de temporada y los Jets anunciaban que tenían, entre otras bajas sensible, la pérdida de Sam Darnold por mononucleosis y que Trevor Siemian sería el titular contra los Browns. Siemian fue tacleado de forma agresiva por Myles Garrett, ocasionando que cayera sobre su tobillo derecho y tuviera que dejar el encuentro, quedando fuera por toda la temporada por una fractura. Los Jets en ese momento no tenían mucha profundidad y estaban saliendo con su tercer QB Luke Falk creando buenas jugadas, pero no suficiente para salir con la victoria. De momento el equipo está en sus manos, hasta el regreso de Darnold.

Medio día del domingo 15 de septiembre en Los Angeles, se daba la noticia en que Drew Brees salía lastimado del pulgar y es que sufrió, como él mismo jugador lo nombró, “un high five bastante agresivo” que fue un choque con la mano de Aaron Donald mientras lanzaba un pase. Después supimos que era un desgarre de ligamento del dedo pulgar. En su lugar entró Teddy Bridgewater, quien tiene la tarea de mantener vivas las esperanzas de los Saints en una división en la cual parece que sólo los Falcons podrían dar competencia. En mi opinión es Taysom Hill quien puede cumplir con esta tarea.

Los Steelers recibieron un golpe igual de fuerte a sus aspiraciones después de que su QB Ben Roethlisberger sufriera una lesión en el codo que lo alejaría de los emparrillados el resto de 2019. Mason Rudolph es ahora quien manejará la ofensiva. Mientras tanto los Steelers firmaron a Paxton Lynch y Mike Tomlin afirma que Roethlisberger estará listo y jugará la temporada 2020.

Los Eagles esquivaron una bala el domingo por la noche con su respectivo pasador, pues Carson Wentz sufrió golpe tras golpe ante la defensiva de Atlanta, que no se tentó el corazón maltratando y mandando a Wentz hasta al protocolo de conmoción.

La NFL sigue siendo una liga de pasadores y estos equipos se las pueden ver negras sin sus principales jugadores en la posición más importante.

Por Gerardo García (@GerardoGD15)

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