Enfrentamientos de Super Bowl que queremos ver

Cuando imaginamos el devenir de la próxima temporada de la NFL y el camino al Super Bowl LVI, cada quien tiene sus preferencias y deseos sobre aquello que pueda suceder. Todos los seguidores de la NFL esperan poder ver a su equipo en postemporada, luchando semana a semana por llegar al gran partido en Miami.

Por otro lado se encuentran las posibilidades de encontrarnos con una serie de escenarios cargados de espectáculo y hasta morbo en instancias definitivas, es por eso que me puse la tarea de enlistar cuatro escenarios que me gustaría ver el próximo 2 de febrero.

Kansas City Chiefs vs Los Angeles Rams.

La Ciudad de México se privó de la oportunidad de ver el mejor encuentro deportivo de los Estados Unidos la temporada pasada. Cualquiera pensaría que en un juego en que Chiefs y Rams se combinaron para 105 puntos fue un festival de ofensivas sin oposición, pero en realidad hubo mucho más que eso, la calidad ofensiva estuvo acompañada por jugadas grandes en la defensiva y un excelente ambiente de competitividad que nos dio un espectáculo maravilloso. Imaginarse estas condiciones en el juego mayor, es bastante complicado porque tendrían que conjugarse un sin número de factores, pero si llegamos a ver algo siquiera similar sería asombroso.

Ambos equipos estuvieron cerca de la gloria y fallaron en los momentos cruciales y decisivos, debería ser cuestión de un par de ajustes para poder llegar al siguiente nivel, aunque falta esperar cómo se reponen del impacto del las dolorosas derrotas de la pasada temporada. En Kansas City hicieron una limpieza en el costado defensivo, el cual dejó mucho que desear el año anterior; mientras que los Rams hicieron una apuesta para ser campeones muy pronto y su ventana de oportunidad puede ser únicamente de este año, deben encauzar la experiencia del año anterior y resolver el ataque terrestre, para lo cual hay que ver el estado físico de Todd Gurley.

Los Angeles Chargers vs New Orleans Saints.

Drew Brees es un símbolo de los Saints y de la ciudad de New Orleans, 13 años en la franquicia lo ubican como su gran referente, pero a sus 40 años las oportunidades de conseguir un segundo anillo se van agotando. No puede haber un escenario con mayor morbo que verlo enfrentar a los Chargers, el equipo con el cual inició su carrera y quienes lo dejaron de lado cuando se lesionó su hombro,. Para poner un condimento adicional: jugar el Super Bowl en Miami, el lugar donde lo pretendían cuando San Diego le estaba dando las gracias.

New Orleans es uno de los equipos más completos de la liga, un QB de los mejores de la historia, un juego terrestre versátil y contundente, un receptor de élite y una defensiva muy talentosa; en los últimos dos años parecían encaminados al Super Bowl, pero una jugada milagrosa y un infame error arbitral se lo impidió. Parece que el momento de ganar es ahora.

Por su parte los Chargers tienen uno de los mejores roster de la liga (especialmente si Melvin Gordon está en el emparrillado), sin embargo, su falta de jerarquía en momentos decisivos ha sido evidente. Es un equipo joven con proyección para ser contendientes por varios años, no así Philip Rivers quien se encuentra en el final de su carrera y aún no ha podido hacer realmente competitivo al equipo en instancias claves.

New England Patriots vs Green Bay Packers.

Nada podría generar mayor espectáculo, marketing y morbo que un Super Bowl entre Tom Brady y Aaron Rodgers, dos de los mejores QB de esta generación. Pese a estar juntos en la liga por muchos años, tan sólo se han enfrentado en dos oportunidades y este año sería la tercera y seguramente la última, a menos que se encuentren en el Super Bowl.

Tom Brady no se quiere ir de la liga sin dejar a los Patriotas como el equipo más ganador en la era del Super Bowl. En New England están en la situación habitual de la pretemporada, se marcharon jugadores que destacaron en los últimos años y sus reemplazos no parecen llenar la retina de los aficionados, a excepción del arribo de Michael Bennett a muy buen precio, y el regreso de Jamie Collins; sin embargo , debemos esperar ver cómo se acomodan las nuevas piezas al esquema de Bill Belichick y como él explota las cualidades de sus jugadores, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados.

En lo que respecta a  los Packers, se deshicieron de Mike McCarthy y esperan darle un aire de renovación a la ofensiva con la llegada de Matt LaFleur al puesto de entrenador en jefe, en un costado del campo repleto de talento y con uno de los mejores QB de la última década. Por otro lado, la defensiva siempre ha sido en punto débil del equipo, pero esta temporada baja se ha aprovechado para intentar renovarla y fortalecerla, tanto en la agencia libre como en el Draft. Hace varios años que no se veía una defensiva tan interesante, lo cual debería ser un alivio y un aliciente para el veterano mariscal.

Baltimore Ravens vs Seattle Seahawks

Un partido interesante para aquellos aficionados que disfrutan algo más que las potentes ofensivas y los juegos de 60+ puntos… o los aficionados que preferían la NFL de 1960 a 1980. Baltimore y Seattle son dos franquicias que nos han acostumbrado a estilos bastante similares en cuanto a su construcción y estilo, especialistas en el juego terrestre y en las defensivas sólidas, dominantes y agresivas; no caben dudas que un Super Bowl entre estos equipos sería un verdadero duelo defensivo, muy distinto a lo que algunos nos quisieron vender sobre el insípido juego entre Rams y Patriots de este año.

Baltimore logró colarse en los playoffs en una situación muy particular. Lamar Jackson tomó el control de la ofensiva en la segunda mitad de la temporada y con un esquema basado en el juego de carrera les bastó para ganar una división que fue bastante irregular, pero que debería ser más competida este año y que no tiene un claro favorito entre Ravens, Browns e incluso Steelers. En el segundo año de Lamar, esperamos ver un mayor desarrollo en su capacidad como pasador pese a no tener las mejores armas en el juego aéreo; esto sumado a la efectividad del juego terrestre, debiera darle una oportunidad de ser más contendiente en postemporada.

La franquicia de Seattle dio un golpe en la mesa la pasada temporada, cuando todo apuntaba a ser un año de transición resultó en un récord de 10-6 para el equipo de Pete Carroll, retomando el camino después de un par de años en que el equipo parecía cargado a los hombros Russell Wilson. Siendo un equipo muy joven, esta temporada se espera que den un paso adelante, y sin saber cómo los Rams asimilen su derrota en el Super Bowl, Seahawks pueden ser serios candidatos para ganar la NFC West.

El camino a la temporada 2019 recién inicia y pensar en lo que nos podemos encontrar en el Super Bowl es bastante apresurado, pero los aficionados de este deporte siempre estamos llamados a imaginar y a soñar con el mayor espectáculo posible. No sabemos lo que nos depara la temporada 100 de la NFL pero seguramente será especial.

Por Wilmar Chaves (@WChavico)

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