OPINIÓN: Minnesota tiene todo para ser campeón
Minnesota tiene todo para dominar la NFL esta temporada. Y por todo me refiero a realmente todo.
Un QB franquicia, un brutal arsenal de armas ofensivas, la defensiva más completa de la liga, un staff de entrenadores de envidia y hasta una excelente ventaja de localía en el US Bank Stadium.
Pero plantearlo de esta manera es demasiado simple y hasta injusto para los Vikings, que llevan años construyendo un roster que merece más palabras para explicar por qué son mi pick para ganar el Super Bowl LIII.
Roma no se construyó en un día y tampoco estos Vikings, que han aprovechado cada Draft desde 2010 para construir el equipo que estará compitiendo en 2018.
DE Everson Griffen fue la selección de Minnesota hace ocho años, que también podemos considerar como la piedra fundadora de este equipo. Un liniero defensivo que sin muchos reflectores en los últimos cuatro años tiene 43.5 capturas de QB, 140 tacleos, 7 balones sueltos y apenas se ha perdido dos partidos.
Un año más tarde establecieron las bases de la ofensiva con otro jugador extremadamente consistente, tomando a TE Kyle Rudolph, quien ha sido válvula de escape y blanco de zona roja de todos los QB que han pasado por Minnesota desde que llegó a la fecha.
Las selecciones de primera ronda sirvieron para darle forma a la secundaria con la llegada de S Harrison Smith (2012) y CB Xavier Rhodes (2013), dos constantes cuando se habla de los cinco mejores de su respectiva posición. Fuera del Draft, pero también en 2013, los Vikings firmaron al novato agente libre WR Adam Thielen, un jugador nacido y criado en Minnesota que en unos años sería parte importante del equipo de su ciudad de origen.
Después de haber tomado al atlético LB Anthony Barr en 2014, los Vikings tuvieron una envidiable camada un año más tarde, encontrando en el mismo Draft a uno de sus CB titulares (Trae Waynes), a su LB central (Eric Kendricks) y uno de los WR más especiales en la NFL (Stefon Diggs).
Los últimos dos años han servido para darle una buena profundidad en el roster además, con RB Dalvin Cook, CB Mackensie Alexander, C Pat Elflein, CB Mike Hughes, entre otros jugadores.
Con una base de talento joven y barato, Minnesota ha tenido la oportunidad de fortalecer el roster en la Agencia Libre, en aquellos ligeros puntos en los que están por debajo del promedio. Como la firma de Latavius Murray para darle poder al juego terrestre, de Riley Reiff para proteger el lado ciego del QB, de Andrew Sendejo y George Iloka para fortalecer aún más la secundaria y de Sheldon Richardson y Linval Joseph para darle fuerza al corazón de la defensiva.
Pero ninguna firma como la de hace cinco meses, cuando abrieron la chequera en serio, usaron sus credenciales de favoritos y se hicieron de los servicios de Kirk Cousins, viniendo de una temporada en la que utilizaron a tres QB diferentes.
Cousins ofrece antes que nada consistencia en la posición, viniendo de tres temporadas consecutivas de 16 partidos, siempre con más de 4 mil yardas y 25 TD, a pesar de estar jugando entre constantes lesiones en la línea ofensiva de los Redskins y cuerpo de receptores.
Con todo y el potencial de Sam Bradford o la sorpresa de Case Keenum, Cousins ofrece más que estos dos en el corto, mediano y largo plazo, y después de ver la Final de la NFC del año pasado, el pasador recién llegado inspira más confianza que los otros, de llegar otra vez a este escenario.
Cousins era la pieza que faltaba en el equipo que lleva ocho años en construcción y que puede vivir su día más glorioso en febrero del 2019, con el primer Vince Lombardi en la historia de la franquicia.