Una locura llamada NFL

por Juan Manuel Arróniz

La madre de todas las ligas profesionales alrededor del mundo lo ha vuelto a hacer, entregándonos una semana inaugural con un poquito de todo. El aperitivo perfecto a una campaña que se antoja de locos, una vez más. Sorpresas, revanchas fallidas y logradas, empates, lesiones y demás asuntos satisficieron los paladares hambrientos desde hace meses por una probadita de futbol americano profesional.  

El arranque de las hostilidades tuvo un solo equipo en el campo del SoFi, pues Buffalo se encargó de borrar a unos Rams que claramente estaban sobrados de confianza y faltos de pretemporada (a Sean McVay no le gusta poner a los titulares en los partidos de preparación). La mejor jugada de los locales bien pudo haber sido aquella en donde revelaron su enorme banderín de campeones… antes del juego.

El mediodía del domingo nos regaló interesantes encuentros, empezando por la batalla entre Baker Mayfield y su ex equipo. El panadero tuvo una tarde complicada ante la defensa de los Cafés y sus intentos por hacerse con la victoria fueron frustrados por un pateador novato. Cade York hizo bueno el intento desde 58 yardas sin si quiera despeinarse. Los mejores pateadores de la liga habitan en el Norte de la Americana – curiosamente, tres son de Texas.

Otros compañeros de profesión hacían de las suyas en diversos frentes, mientras tanto. Evan McPherson, de los Bengals falló el posible punto extra ganador en el último suspiro debido en gran medida a la falta del centro largo titular; Minkah Fitzpatrick bloqueó la patada y mandó el juego a tiempo extra. Evan volvería a fallar – nuevamente tras un centro deficiente – desde 29 yardas en el “quinto cuarto”. Chris Boswell también erró su primer intento en el suplementario, pero acertó desde 53 en su segunda oportunidad.

Uno de los nombres más sexis de la liga – Rodrigo Blankenship – le costó la victoria a Indianápolis en Houston. Los rivales divisionales firmaron un triste empate a 20, partido que los Texans ganaban por 17 en cierto punto.

Hablando de ventajas… Atlanta se mandó una nueva “Falconeada” apenas en la primera jornada. Los de Arthur Smith estaban 16 arriba con poco más de 12 minutos restantes; perdieron por un punto ante Nueva Orleans en casa. Cambian los rostros en las oficinas, en la banda y en el campo, lo que no cambia es la actitud derrotista de esta franquicia.

Quienes sí pudieron mantenerse para empezar con el pie derecho fueron los Commanders y su espantoso uniforme (¿hay algo que esta institución tan gris haga bien?). Bajita la mano, Carson Wentz lanzó cuatro de anotación, tan bajita que usted probablemente no lo sabía hasta ahora.

De lo que sí nos enteramos todos fue de los cinco pases de touchdown que Patrick Mahomes le recetó a los Cardenales a domicilio. Quizá no extrañen tanto a Tyreek Hill después de todo. No tanto como Aaron Rodgers va a extrañar a Davante Adams, eso es un hecho. El chavo-ruco más detestable del mundo deportivo sufrió viendo cómo Christian Watson soltaba un fácil pase de anotación. Señoras y señores, ajústense los cinturones, va a ser una gran campaña de escuchar comentarios receptorfóbicos provenientes de la boca de Rodgers.

Por cierto, Minnesota lució bastante bien en la presentación de Kevin O’Connell como nuevo jefe. No olvidemos que el entrenador conoce a Kirk Cousins desde los días de ambos en Washington. Los Vikingos podrían darle problemas a más de uno en la Nacional.

Quizá no les alcance para vencer a unos Bucaneros que dieron un espectáculo defensivo en Dallas, partido donde lo más relevante fue la lesión al pulgar derecho de Dak Prescott. Buena suerte intentando ganar partidos con Cooper Rush detrás del centro.

Y buena suerte para Russell Wilson con Nathaniel Hackett como su nuevo entrenador. El pobre tipo recientemente escapó de las garras de Pete Carroll, solo para caer en las del ex coordinador ofensivo empacador. Lo del lunes no tiene perdón. En nada ayudaron los dos balones sueltos de Denver desde la yarda uno rival (durante una secuencia en donde ambos equipos sumaron tres entregas en 12 jugadas). Como sucediera con Baker, Russell se fue por la puerta de atrás ante su ex.

El primero de muchos fines de semana alocados en la NFL, simplemente la mejor liga profesional del planeta. Y ni siquiera mencionamos la victoria de los Gigantes (en donde otro pateador se convirtió en chivo expiatorio), ni la de Miami sobre los Patriotas – los de Florida le tienen tomada la medida a Bill Belichick últimamente.

Gracias a Dios volvió.

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